La construcción de una autopista en Islandia fué suspendida para no molestar a los duendes que viven bajo las rocas.
Petur Matthiasson en el departamento islandés de autopistas en Reikjavik sonriendo comenta: “Yo no creo en duendes. No es cosa
de todos los días que desviemos autopistas debido a los duendes. Es
sólo que en este caso, nos avisaron que había duendes viviendo en unas
de las rocas que estaban en la ruta de la carretera y nosotros tenemos
que respetar esa creencia”
El trabajo de construcción de la autopista para poder conectar a la península
de Alftanes con un suburbio de la capital Reykjavik fué cancelado
cuando unos activistas advirtieron que eso afectaría el hábitat de los
duendes y un área protegida de lava virgen. El asunto pudo resolverse en
parte cuando una mujer local quien asegura poder hablar con los
duendes se ofreció de mediadora y los duendes acordaron que el camino
podía ser construido con la condición de que su capilla fuera
cuidadosamente trasladada a otro lugar.
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