Se hartó de que usaran su callejón como baño público y les puso una regadera.
En una pequeña localidad un residente se molestó de que usaran el callejón de fuera de su casa como baño público a diario, así que ensambla un pequeño invento y coloca algunas regaderas para los usuarios que llegaran con ganas de usar el improvisado baño público.
Aquí dejo una compilación de algunas de sus víctimas y sus reacciones.
Solo espero que al final tanto esfuerzo haya rendido frutos y su callejón dejara de oler a popó.
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